OMPRESS-CASTELLÓN Según informa la delegación de misiones de Segorbe-Castellón, este verano seis personas de esta diócesis participarán en una experiencia misionera en Dedougou, en Burkina Faso. El grupo está formado por un sacerdote misionero, Salva Prades, un laico adulto y cuatro jóvenes que trabajarán en un orfanato de la ciudad llevado por unas religiosas.
A raíz del Concilio Vaticano II, la diócesis de Segorbe-Castellón se comprometió a mandar misioneros a la diócesis de Nouna-Dedougou, Burkina Faso, con todo lo que ello conlleva: ayudas materiales, sensibilizar a los diocesanos de aquí de aquella realidad, poner en práctica la Iglesia Misionera etc. Así fue mientras lo pudo la diócesis, después pasó el testigo a la diócesis de Albacete.
Como fruto de esa acción misionera se crearon unos lazos de solidaridad y de ayuda que, en parte, todavía perduran con muchas manifestaciones concretas: han fundado las Hermanas de la Consolación, también los Padres Carmelitas y las Hermanas Carmelitas. También como signo de hermandad de vez en cuando pasa por esta diócesis algún sacerdote nativo y en ocasiones el mismo obispo de la diócesis africana.
La finalidad del paso de este grupo por Dedougou es seguir manteniendo el contacto con aquella diócesis, y que ellos mismo se sensibilicen con la realidad del Tercer Mundo, conozcan la que fue la Misión Diocesana de Safané, y ayuden el tiempo que estén a mejorar en algo la realidad del orfanato.
Este grupo, por medio de la Delegación Diocesana de Misiones, durante el año ha tenido varias reuniones preparatorias a fin de poner las bases para una buena y provechosa estancia en aquellas tierras. Y, a lo largo del curso en distintos momentos, se ha puesto en contacto con las religiosas que llevan el orfanato para coordinar el viaje.