Comenzar el mes de María con una bonita oración, nos ayuda a confiar más en su corazón de Madre y a rogarle por las vocaciones y por los/as misioneros/as:
Oír en silencio la voz de Dios,
acoger su voluntad en el corazón.
El Señor le cambia los planes
y María dice que sí,
en Madre de Jesús
se va a convertir.