
Ante el Evangelio de hoy podemos pensar que “largo me lo fiáis”, pero «Él está
cerca» (Mc 13,29). Y, sin embargo, resulta molesto —¡hasta incorrecto!— en
nuestra sociedad aludir a la muerte. Sin embargo, no podemos hablar de
resurrección sin pensar que hemos de morir. El fin del mundo se origina para
cada uno de nosotros el día que fallezcamos, momento en el que terminará el
tiempo que se nos habrá dado para optar. El Evangelio es siempre una Buena
Noticia y el Dios de Cristo es Dios de Vida: ¿por qué ese miedo?; ¿acaso por
nuestra falta de esperanza? Leer mas