Muchísimos niños del mundo no son tan afortunados como vosotros”, recuerda el arzobispo de Tarragona. El lema
escogido para este año es ‘Con los niños de Europa acogemos a todos como
Jesús’, es el final de un ciclo que, desde el año 2009, nos ha propuesto
pasar por los cinco continentes, contemplando de alguna forma la situación de
la infancia en cada uno de estos territorios y haciéndonos conscientes de lo
mucho que todavía queda por hacer en favor de los niños.
Es una grave y
muy cruda realidad comprobar que, todavía en muchos países, los niños viven
prácticamente sometidos a la esclavitud, sin derechos y sin esperanzas ni perspectivas
de futuro. Ellos, que son precisamente nuestra esperanza y nuestro futuro.
A nuestros
niños les digo a menudo que son muy afortunados, porque ellos tienen una
familia que les ha acogido, que los alimenta, los quiere y se preocupa por su
educación; tienen escuela, juguetes y pueden vivir en paz. Pero hay muchos,
muchísimos niños en nuestro mundo que no son tan afortunados y esto hay que
tenerlo muy en cuenta.