La vida de la Iglesia, movida siempre por el soplo del Espíritu Santo, siempre nos depara gracias y sorpresas.
¿Quién fue el cura Brochero? ¿Cuál es ahora su significado, su alcance, su interpelación?. El cura Brochero es un modelo de sacerdote muy del gusto del Papa Bergoglio, su compatriota y su declarado admirador. Es, sí, con palabras de Francisco, “un pastor con olor a oveja, que se hizo pobre entre los pobres, que luchó siempre por estar bien cerca de Dios y de la gente, que hizo y continúa haciendo tanto bien como caricia de Dios a nuestro sufrido pueblo”.El beato José Gabriel Brochero “no se quedó en la sacristía a peinar ovejas”. Centró y basó su acción pastoral en la oración y desde ella, y desde la pobreza y la humildad, sobresalió por un ardiente y expansivo celo pastoral. A través de su constante búsqueda de los fieles, de sus palabras sencillas e inteligibles, de su capacidad de cercanía y de encarnación, y mediante los ejercicios espirituales, de los que fue un extraordinario y fecundo apóstol, el Señor le concedió el don de numerosas conversiones.
Por todo ello, y de nuevo con palabras de Francisco, “el cura Brochero tiene la actualidad del Evangelio, es un pionero en salir a las periferias geográficas y existenciales para llevar a todos el amor, la misericordia de Dios. No se quedó en el despacho parroquial, se desgastó sobre la mula y acabó enfermando de lepra, a fuerza de salir a buscar a la gente, como un sacerdote callejero de la fe. Esto es lo que Jesús quiere hoy, discípulos misioneros, ¡callejeros de la fe!”.