Francisco usó el Angelus en la Plaza de San Pedro para llamar a las partes en conflicto a “no cerrarse en sus propios intereses”. Condenó el uso de armas químicas y reclamó: “La humanidad necesita ver gestos de paz”.
El papa Francisco aprovechó el tradicional rezo del Angelus en la Plaza de San Pedro para enviar una enérgica advertencia a las partes en conflicto en Siria. “Nunca el uso de la violencia lleva a la paz. La guerra llama a la guerra, la violencia llama a la violencia”, sostuvo.
El Pontífice invitó a las partes a “no cerrarse en sus propios intereses”, sino a “emprender con coraje y decisión el camino del encuentro y de la negociación, superando el ciego enfrentamiento”.
“En estos días mi corazón está profundamente herido por lo que está sucediendo en Siria y angustiado por los dramáticos desarrollos”, dijo el Papa.
“Con toda mi fuerza -sostuvo- pido a las partes en conflicto escuchar la voz de la propia conciencia, no cerrarse en sus propios intereses sino mirar al otro como un hermano y emprender con coraje y con decisión el camino del encuentro y de la negociación, superando la ciega contraposición”.