"Los jóvenes están llamados a participar en los retos que tenemos en Asia".
Uno de esos retos es la migración de jóvenes que buscan su futuro fuera del continente; o "el acceso a la educación", que sigue sin estar garantizado para la mayoría de los jóvenes y dificulta también la formación de líderes.
Teniendo en cuenta la importancia que los líderes tienen en Asia, donde la gente "no sigue ideologías, sino a personas", ese reto no es una cuestión menor. En este sentido, monseñor Figaredo valoró la posibilidad, cada vez más cercana, del viaje del Papa Francisco a Asia, para la Jornada Asiática de Jóvenes, que tendrá lugar en Corea del Sur del 13 al 17 de agosto.
Como dijo el prefecto de Battambang, "el Papa es famoso en Asia; tal vez no se conoce a la Iglesia Católica o a la fe cristiana", pero también los asiáticos ven en Francisco "un líder" al que escuchan, y cuyo modo de hablar llega a la gente sencilla. Por eso, monseñor Figaredo cree que también los jóvenes "le escucharán muchísimo".
Kike Figaredo cree que en Asia, el Papa podría hablar de temas candentes, como "la construcción de la paz, la necesidad de justicia para todos, la salida de las ideologías, el respeto mutuo y la liberación de los malos espíritus -que tanto peso tiene en Camboya, por ejemplo- porque "el Espíritu del Señor es el único que puede hacernos felices".