En la audiencia general celebrada hoy en Roma, el Papa Francisco ha continuado con su catequesis sobre la Iglesia desarrollada en las últimas audiencias de los miércoles. El Santo Padre ha abordado el tema de los carismas, qué son, cómo reconocerlos y su multiplicidad. Ha valorado sobre todo que son un “regalo que hace para que nosotros, con la misma gratitud los podamos poner al servicio de la comunidad y para el bien de todos”. Un carisma es “mucho más que una cualidad personal”. Por eso hay que preguntarse ¿Qué carisma me ha dado el Señor? “¿Lo he puesto a disposición de los demás?”. Por otro lado, su multiplicidad no es motivo de problemas porque “el mismo espíritu que da la diversidad de carisma es el que hace la unidad de la Iglesia. Tantos dones diversos para que seamos todos hijos de Dios y amados de modo único”.
En este contexto ha recordado, en su fiesta, a Santa Teresa del Niño Jesús, Patrona de las Misiones y que abre el octubre misionero. “Esta santa que murió a los 24 años, que amaba tanto a la Iglesia. Quería ser misionera. Pero quería tener todos los carismas. Yo querría hacer esto… y esto… y esto… Y en oración ha escuchado que su carisma era el amor. Y ha dicho esta hermosa frase: En el corazón de la Iglesia yo seré el amor. Y este carisma lo tenemos todos. La capacidad de amar. Pidamos hoy a la santa esta capacidad de amar mucho a la Iglesia, de aceptar todos estos carismas con el amor de hijos de la Iglesia”.