OMPRESS-PAMPLONA (4-03-15) Con motivo de los 75 años de las Javieradas, el arzobispo de Pamplona y Tudela, Mons. Francisco Pérez González, escribe una carta, invitando a todos a participar en esta peregrinación misionera a Javier y “avivar nuestra experiencia de creyentes”.
Los años corren a pasos agigantados, no pasan en balde, y así ha sucedido con las Javieradas que nacieron como un ‘peregrinaje’ a Javier (Navarra) para rogar a San Francisco de Javier que protegiera y amparara a los navarros en el proceso de su vida de fe, esperanza y caridad. Fue el 10 de marzo del año 1940 cuando el Obispo D. Marcelino Olaechea creó el nombre y convocó la primera Javierada.
Se nos invita a ser misioneros, es decir, a no cansarnos de anunciar el Evangelio y para ello recrear momentos de diálogo y de gestos concretos de caridad hacia todas las personas. ¡Todos somos candidatos a la santidad! Y ésta se vive desde una profunda relación con Jesucristo que nos invita permanentemente a la conversión. Nadie puede decir que es perfecto y por ello necesitamos cambiar el corazón que se apega a muchas cosas que nos quieren separar de Dios.
El Año Jubilar nos abre caminos y lenguajes nuevos ante la mirada permanente de Jesús. El Año Jubilar nos ofrece, también, la posibilidad de ganar la indulgencia plenaria, mostrando la comunión tanto con nosotros mismos como con los que han partido a las manos de Dios. Se trata de una comunión de los que aún vivimos en esta tierra con los que están en el Purgatorio y con los que viven ya, para siempre, en el Cielo.
Las Javieradas se convierten, cada año, en la manifestación religiosa y popular más importante de Navarra. Tienen un carácter festivo, cuaresmal, familiar, juvenil y misionero. Como en una gran familia, el castillo y casa natal de Javier abre sus puertas a todos. Siempre hay una acogida fraterna, una oración a los pies del santo y una motivación más profunda para crecer en fraternidad.