
13.000 misioneros españoles en 140 países. Son la vanguardia de la Iglesia. Pero su trabajo no sería posible sin el trabajo silencioso y anónimo de cientos de trabajadores y voluntarios que desde las delegaciones de misiones en todas las diócesis españoles. Visitan colegios, hacen paquetes, recogen los donativos, preparan encuentros, forman a jóvenes para viajar a la misión... Y por supuesto, mantienen un contacto directo con los misioneros. Como cada año, estos colaboradores han participado en unas Jornadas de Formación organizadas por Obras Misionales Pontificias, que han tenido lugar en El Escorial los días 25 y 26 de marzo.
El tema de las Jornadas ha sido la Pontificia Unión Misional (PUM), que es sin duda alguna, la menos conocida de las Obras Misionales Pontificias (OMP). Considerada el alma de las otras tres, busca suscitar en los obispos, sacerdotes, religiosos -y por extensión a las comunidades- la pasión por la Misión ad Gentes. A través de ponencias y testimonios, se ha puesto de manifiesto la necesidad de la formación para que los trabajadores y voluntarios no se conviertan en meros funcionarios, que pierdan de vista que su trabajo forma parte de la Misión universal de la Iglesia. Asimismo, se ha subrayado la necesidad de impulsar la animación misionera en todos los ámbitos de la vida de las parroquias y de la sociedad en general, especialmente a través de los medios de com
unicación.