Así actúa Infancia Misionera: “Dar posada al peregrino”. Aliviar el sufrimiento de emigrantes y desplazados</>
OMPRESS-ROMA (13-01-17) “Son principalmente los niños quienes más sufren las graves consecuencias de la emigración, casi siempre causada por la violencia, la miseria y las condiciones ambientales”, dice el Papa Francisco en su mensaje para la Jornada del Emigrante y Refugiado de este domingo. La Obra Pontificia de la Infancia Misionera ha sido consciente de esta triste realidad, desde que comenzara a ayudar a los niños hace ya más de 170 años. Con la generosidad de muchos niños, y su sí, a la invitación de Cristo que es el lema de este año “Sígueme”, han ayudado a cientos de niños que sufren como refugiados y desplazados en demasiados lugares del mundo.




En Uganda, en la parroquia de la localidad de Rhinocamp, se ha ayudado a los niños con sus gastos escolares, con 3.500 dólares. En su mayoría vienen de Sudán del Sur, y muchos de ellos son de Infancia Misionera.
Y así podríamos seguir, con Ruanda, Burundi, Zambia…

Y en Asia, casi todos los proyectos financiados por Infancia Misionera en Tailandia tienen como destino niños que sufren por ser emigrantes y refugiados de los países limítrofes. Se ha ayudado con 7.500 dólares a un proyecto alimentario que llevan adelante los Oblatos de María Inmaculada en Pathumthani. Casi todos los niños beneficiados provienen de Vietnam, Myanmar y Camboya.

También, con 6.000 dólares, el del padre Marco Ribolini en Fang en la frontera birmana, con emigrantes de Myanmar. Todos ellos muestran el compromiso de Infancia Misionera con tantos y tantos pequeños desplazados, refugiados, emigrantes…