Ningún cristiano puede replegarse sobre sí mismo, sino que debe estar dispuesto a las necesidades espirituales de aquellos que no conocen a Cristo, y son cientos de millones. (Con estas palabras el Santo Padre Pablo VI se dirigía a los directores diocesanos de OMP de Italia, pocas semanas antes de su muerte).
Pablo VI dio un fuerte impulso a la conciencia misionera de la Iglesia, a la animación y cooperación misionera, continuando con un compromiso que ya había manifestado como arzobispo de Milán.
En el Magisterio de Pablo VI surgen el Decreto conciliar "ad gentes" sobre la actividad misionera, completado por el Motu Propio "Ecclesiae Sanctae"; el mensaje "Africae terrarum en defensa dela identidad africana; la Exhortación Aportólica "Evangelii Nuntiandi" sobre el compromiso de anunciar el Evangelio a los hombres de nuestro tiempo.
Fue el primer Papa en visitar todos los continentes y tierras de misión, por eso se le llama :
"El Apóstol de las Gentes"