OMPRESS-BRASIL (27-03-15) En el mes de enero del año pasado, en el último Capítulo Provincial de los Carmelitas descalzos de la Provincia de Brasil sur, se aprobó la apertura de una nueva misión en Jacarea canga, en el estado de Pará, en el corazón de la selva Amazónica, según informa la Orden.
Es un municipio con 53.000 km2 y una población dispersa por toda la zona, que llegará a unas 30.000 personas. Lo más característico es que el 90% de la población es indígena. Son nativos, la mayor parte son del pueblo mundurukú, algunos apiacá. Hablan el mundurukú, y ‘chapurrean’ un poco el portugués.
En la pequeña ciudad viven unas 6.000 personas, los demás, en su mayor parte indígenas, viven junto a los ríos, en especial, el Tapajós. Antes atendían esta zona los franciscanos, pero se marcharon hace 5 años, de modo que están sin sacerdotes. “Cuando los visitamos nos dicen que nos esperan con muchas ansias. Los indígenas, en cuando saben que eres el «pain» (el padre, el sacerdote), pierden todos los miedos y te invitan a que visites su aldea. Luego, hablando con ellos, te das cuenta que la aldea no está detrás de la esquina, sino a un día, dos o tres, en canoa... o lancha, a lo largo del río”, explican los misioneros carmelitas.