Al bendecir reconocemos que somos un todo con la Divinidad y pedimos permiso agradeciendo al mismo tiempo.
¡De allí la importancia siempre de bendecir con amor!
Bendice tu día, tu puesto de misión, las necesidades que encuentras en las personas que sufren.
Detente un segundo y bendice a la persona que esta cerca de ti, puedes hacerlo mentalmente, obsérvala y veras que hay un ligero cambio en su rostro.
Bendice tu cuerpo sin importar que en estos momentos este enfermo o sano! Bendícelo y llénalo de luz, de amor, misericordia y perdón para que este sano.
Bendice tu trabajo, porque al bendecirlo lo llenas de luz divina y de esa forma te estás preparando para algo mejor
Tienes derecho a cosas maravillosas solo tienes que creerlo y sentirlo, Bendícete.
Bendice tu existencia sin importar que hayan habido experiencias dolorosas; eso simplemente son los escollos para superar y crecer.
Que Dios te Bendiga y te proteja que el Espíritu Santo te llene de Sabiduría y entendimiento y te guíe en cada paso... Amén