“La Cuaresma de este Año Jubilar de la Misericordia, es para todos un tiempo favorable para salir por fin de nuestra alienación existencial gracias a la escucha de la Palabra y a las obras de misericordia”. Se puede decir que éste es el centro del Mensaje del Papa para la Cuaresma. Porque sólo dejándonos guiar por la Palabra de Dios y poniéndola en práctica, podemos experimentar de tal manera la misericordia de Dios que seamos misericordiosos también nosotros los unos con los otros.
Los comentarios están hechos desde la perspectiva de la misión y por eso ayudan a profundizar en la intencionalidad del Papa en esta Cuaresma del Año de la misericordia: reforzar la experiencia de la misericordia para que sea el centro de la misión de la Iglesia.
El itinerario de los seis domingos de Cuaresma es para recordar al vivo “el kerygma apostólico, en el cual la misericordia divina ocupa un lugar central y fundamental. Es «la belleza del amor salvífico de Dios manifestado en Jesucristo muerto y resucitado» (EG 36)”. La Cuaresma es “un tiempo favorable para la conversión”, para hacer una experiencia más profunda de la misericordia de Dios, para que el amor incondicional de Cristo, el Esposo, enternezca “el corazón endurecido de su Esposa”, la Iglesia y ésta a su vez lo ofrezca al mundo.