"Escuchadle"
Comentario al Evangelio del segundo domingo de Cuaresma, de la mano de Miguel Díaz Sada ss.cc.,
Cuaresma, en camino con Jesús. Como Pedro, Santiago y Juan, miramos a Jesús, le escuchamos y le seguimos. Como ellos, también nosotros tenemos nuestras dudas. Jesús tiene unas formas y emplea unos métodos que no convencen del todo. Lo que Él vive y proclama: el perdón, la misericordia, la ayuda, el servicio, la fidelidad hasta la muerte, la confianza en un Dios Padre … ¿cambiarán nuestro mundo en un mundo fraterno y solidario? ¿No terminará por imponerse el mal dando muerte al inocente?
Hoy, los misioneros y seguidores de Jesús estamos invitados a ser testigos de su “transfiguración” en el monte Tabor y en el monte Calvario: el Calvario es el auténtico Tabor cristiano. A la mirada de la fe, la vida entera de Jesús, incluida su muerte, se va transfigurando y aparece de un blanco deslumbrador.
Sus palabras dejan traslucir el cariño de Dios por los pecadores y marginados, sus pasos son pasos de Dios que se aproxima al tirado al borde del camino, sus milagros son signos que apuntan a la presencia cercana y curativa de Dios. Su Cruz no sostiene a un derrotado sino al Vencedor de la Muerte.
“Escuchadle”: caminando con Jesús, escuchadle. Es lo que hacemos los cristianos cada domingo: reunirnos a escuchar a Jesús. Y a lo largo de la semana su palabra, que siempre es buena noticia, nos acompaña y nos inspira dándonos ánimo y esperanza.
Todos necesitamos momentos de tabor, momentos de luz que cambien la rutina del día a día: estos momentos son la eucaristía del domingo, la oración personal en que dialogamos con Dios y aquellos momentos de entrega gratuita y generosa a los demás en casa, en familia, entre amigos y, muy especialmente, cuando nos acercamos a alguien que sufre y nos necesita. Entonces tendremos luz y seremos luz para los demás.