Esta semana, como expresó en el discurso de apertura el Cardenal Filoni, Prefecto de la Congregación para Evangelización de los Pueblos, ha sido “momento de oración, de contemplación de la Palabra de Dios, de fraternidad; un espacio para hablar de los progresos del Evangelio, y de las dificultades y de los obstáculos que debemos superar en nuestro camino de evangelización”.
En su discurso a los Directores Nacionales de OMP el Cardenal Filoni recordó a los participantes que la labor de las Obras Misionales Pontificias en favor de la Misión ad Gentes tiene “el valor de la universalidad, no solo geográfica sino también eclesial, porque nuestro trabajo es por la misión universal de la Iglesia”.
“Nuestro horizonte y nuestro interés son el mundo y toda la humanidad, a la que debe anunciarse el Evangelio para establecer en él el Reino de Dios- destacó el Cardenal Filoni- esta misión no ha perdido importancia, si bien hoy está llamada a asumir otros areópagos, metodologías diferentes, que exigen un nuevo empuje y ardor apostólico”.
Por su parte Mons. Protase Rugambwa, Presidente de las Obras Misionales Pontificias, invitó a los Directores Nacionales de OMP, a seguir trabajando en esta línea: “Me han confiado una tarea delicada, pero fascinante porque insta a vosotros y a mi a mantener los ojos y el corazón abiertos a los vastos horizontes de la missio ad gentes”.
Mons. Rugambwa insistió en que “Las OMP tienen razón de existir sólo si conservan celosamente su especificidad: animación, formación, cooperación con las Iglesias locales para la misión ad gentes. Siento la urgencia de que se de un impulso a la animación misionera de las Iglesias de antigua tradición porque la animación misionera es el alma de todas las formas de cooperación”.
