En este domingo Jesús nos propone en el Evangelio tres exigencias:
1ª.- Posponer a toda su familia. 2ª.- Cargar con su cruz. 3ª.- Renunciar a todos sus bienes.
Las tres se resumen en una sola: total disponibilidad.
Sin ella no puede haber seguimiento. El seguir a Jesús está basado en el amor. El amor que nos pide no está reñido con el verdadero amor al padre o a la madre. El amor que nos pide el evangelio está más allá del sentimiento, pero no estará nunca en contra. Seguir a Jesús nos enseñará a amar más y mejor también a nuestros familiares.
Cargar con la Cruz: Una vez emprendido el camino de Jesús todo lo que pueda impedir seguir adelante hay que superarlo cueste lo que cueste.
Renunciar a todos sus bienes. El seguimiento de Jesús no puede consistir en una renuncia, es decir en algo negativo. Se trata de una oferta de plenitud. Mientras sigamos hablando de renuncia, es que no hemos entendido el mensaje. No se trata de renunciar a nada, sino de elegir lo mejor para mí. No es una exigencia de Dios, sino una exigencia de nuestro verdadero ser.