Celebramos el Día del Señor, ya el quinto domingo de cuaresma, y con él una catequesis de Vida. El Evangelio nos narra la resurrección de Lázaro que tiene lugar por el poder de Dios manifestado en Jesús. Podemos destacar el amor sincero por el amigo y el realismo -Jesús llora- ante la muerte y, sobre todo, las palabras de Jesús afirmando que él es la Resurrección y la Vida.
Hemos nacido con sed de eternidad y nuestra experiencia de Dios es la mejor prenda de inmortalidad y resurrección. Aquí proclama el cristiano la derrota del dolor y de la muerte y la fuente de nuestra esperanza. No sabemos el cómo y el por qué, pues sobrepasa nuestra imaginación y nuestro entendimiento, pero la admitimos por la fe: creemos en el Dios de la VIDA.
Hemos nacido con sed de eternidad y nuestra experiencia de Dios es la mejor prenda de inmortalidad y resurrección. Aquí proclama el cristiano la derrota del dolor y de la muerte y la fuente de nuestra esperanza. No sabemos el cómo y el por qué, pues sobrepasa nuestra imaginación y nuestro entendimiento, pero la admitimos por la fe: creemos en el Dios de la VIDA.
La amistad con Jesús es lo que da la vida a Lázaro. Los amigos nunca se dejan morir, porque la amistad, el amor es la vida.
Con este evangelio delante y los sonidos de dolor y muerte que me encuentro en el camino, se me ha ocurrido esta especie de oración que adjunto.
DIOS ES LA VIDA
Señor, amigo de la vida,cada vez, con más fuerza, amo la vida.
Quizás por lo que he hecho por ella, por lo que he luchado, sufrido y vivido,
por lo que he amado, gozado y esperado;
quizás, porque el sólo hecho de pensar en la muerte me produce temor y arruina mi alegría.
A veces pienso en la fugacidad de la vida, y la siento amenazada y dominada,
sobre todo cuando me envuelven lo irreal, el vacío y la nada.
Es entonces, cuando pienso en la muerte, me invade el miedo y no sé cómo tratarla...
prefiero olvidarla y huir.
Señor, amigo de la vida, tu amabas a Lázaro y le diste Vida,
pues lo que se ama se eterniza; tú, amas a cada hombre,
siembras en él la esperanza y le das como destino la Vida.
Hoy te pido un poco de fe en el amor para ser testigo de la Vida,
para que pueda defenderla y regalarla.