
Durante el periodo que dura este campo de trabajo, por las mañanas participarán en tareas de acompañamiento a personas de un centro psiquiátrico y a niñas y niños en un centro para infancia en situación de abandono.
Por las tardes tendrán momentos de reflexión y oración para ir contrastando lo vivido durante la jornada. El grupo se alojará en la casa de los franciscanos. Entre las personas participantes hay 3 seminaristas, estudiantes de magisterio y miembros de grupos de Itaka, de Euskalerriko Eskautak, de centros diocesanos, parroquias… que a la vuelta podrán compartir su experiencia en sus grupos de procedencia.
“Esperamos –manifiestan los promotores de la experiencia- que el campo de trabajo ayude a fortalecer la fe y el compromiso de estos jóvenes de la diócesis”.