La Orden de San Juan de Dios, Premio Princesa de Asturias a la Concordia 2015, por su lucha contra el ébola.
La orden de San Juan de Dios, Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2015, el último de los ocho galardones internacionales que convoca este año la Fundación Princesa de Asturias. A este Premio han optado un total de 27 candidaturas, procedentes de Alemania, Argentina, Colombia, Dinamarca, Emiratos Árabes, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irak, Irlanda, Italia, Jordania, Líbano, Lituania, México, Nueva Zelanda, Países Bajos, Paraguay, Perú, Polonia, Portugal, Rumanía, Tailandia y España.
El Premio está dotado con una escultura de Joan Miró -símbolo representativo del galardón-, la cantidad en metálico de 50.000 euros, un diploma y una insignia. Este es el último de los ocho Premios Princesa de Asturias que se conceden este año, en que cumplen su XXXV edición.
La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios ha perdido a causa del Ébola en total a 18 personas entre Hermanos y colaboradores de sus Hospitales en Liberia y Sierra Leona, entre ellos los dos misioneros españoles Miguel Pajares, sacerdote y enfermero, y Manuel García Viejo, cirujano.
El Hospital San Juan de Dios de Lunsar reabrió el 6 de enero de este año, y desde entonces se han atendido 4.700 personas en consultas externas, área materno infantil, cirugía y urgencias.
Orden católica fundada en Granada en 1593, en la actualidad tiene 350 centros distribuidos en 53 países de los cinco continentes, cuenta con más de mil hermanos, más de 55.000 profesionales y 9.000 voluntarios que dan atención a más de 27 millones de personas cada año en los ámbitos hospitalario, geriátrico o social, entre otros.
La institución, a la que pertenecían los dos religiosos españoles muertos a causa del ébola, contabiliza más de 300.000 benefactores-donantes, que prestan su ayuda económica a través de donaciones particulares, periódicas o puntuales, y en forma de legados y herencias.
En los últimos años, han ayudado a las víctimas del terremoto en Perú (2007), del tifón Yolanda en Filipinas (2013) y a las más vulnerables de la crisis económica en España.
Asimismo, desarrolló un papel importante durante la epidemia del ébola del pasado año con la puesta en marcha de la campaña “Paremos el ébola en África del Oeste” solicitando donaciones para sus hospitales en Lunsar (Sierra Leona) y Monrovia (Liberia), para la adecuación de las áreas de aislamiento y la adquisición de materiales.
Durante la epidemia, ambos hospitales se clausuraron para desinfección y cuarentena, y parte de su personal resultó contagiado y en ellos fallecieron 18 hermanos y colaboradores.