Hace oír a los sordos y hablar a los mudos
En el evangelio de Marcos, todos los discípulos, también nosotros, estamos necesitados de la acción curativa de Jesús: no oímos lo que Jesús dice, no comprendemos lo que El quiere comunicarnos, no hablamos su misma lengua ni su mismo evangelio;Ni a Pedro le resultó fácil, ni a los otros discípulos, ni -reconozcámoslo- tampoco a nosotros. Pero Jesús no se cansa; nos cura de nuestras “sorderas”
En el evangelio de Marcos, todos los discípulos, también nosotros, estamos necesitados de la acción curativa de Jesús: no oímos lo que Jesús dice, no comprendemos lo que El quiere comunicarnos, no hablamos su misma lengua ni su mismo evangelio;Ni a Pedro le resultó fácil, ni a los otros discípulos, ni -reconozcámoslo- tampoco a nosotros. Pero Jesús no se cansa; nos cura de nuestras “sorderas”
Hasta nosotros llega la palabra de Jesús: “Abrete” al grito de dolor de tantos hombres y mujeres de tu mundo; entonces la palabra de Vida resonará en tu interior. “Ábrete” a las personas de tu familia y de tu trabajo empatizando con sus alegrías y sufrimientos, y saldrás de tu aislamiento interior, siendo un don para los demás. “Abrete” a la voz de Dios que resuena en tu corazón. “Abrete” con admiración a Jesús, que “todo lo hace bien”, y sentirás que la fe es Buena Noticia para ti y sabrás transmitirla a los demás.
¡Cómo mejoraría nuestra mundo si todos aprendiéramos a oír escuchando! Oír no sonidos que aturden y aíslan sino voces humanas, con toda su carga afectiva. Oír transmitiendo a los demás la experiencia gratificante de sentirse escuchados. Sólo escuchando aprendemos a hablar.
Si este estilo de hablar y de escuchar fuera realidad en la familia, en la iglesia, en la sociedad y en la política tanto nacional como internacional, podríamos decir con el profeta Isaías: “un mundo nuevo está brotando, ¿no lo notáis? “.
El resultado del milagro que hoy revivimos es un hombre nuevo: abierto a la Palabra, libre para anunciar la Buena Nueva y que habla sin dificultad, sin miedo.
Jesús nos inicia en la escucha y en la palabra.