Hoy queremos compartir con todos vosotros el testimonio misionero de Rosi una de las muchas misioneras cántabras que están desarrollando su labor en distintos países.
Estas son sus palabras:
Soy Rosi García Martínez-Peñalver, Santanderina, Esclava del Sagrado Corazón de Jesús y misionera en Camerún desde hace 20 años.
Soy médico y mi labor en esta tierra ha estado durante muchos años en un Centro de Salud que las Esclavas tenemos en un pequeño pueblo en medio de la selva, Bikop. Una misión preciosa, donde a lo largo de los años, hemos intentado responder a las necesidades de la Iglesia y de la población, en muchos aspectos: salud primaria, educación, acogida, formación juvenil, acompañamiento espiritual, formación de la mujer, medicina preventiva, tratamiento y seguimiento de enfermos de VIH/SIDA, tuberculosis, animación rural, campañas quirúrgicas, campañas odontológicas, etc.
Actualmente además de muchas actividades pastorales y del centro de salud (que tiene consultas, hospitalización, consulta prenatal, cirugía, laboratorio, servicio psico-social, ecografía, medicina preventiva…) tenemos un jardín de infancia y un centro de acogida.Acabamos de celebrar 50 años de presencia allí y por esta misión han pasado muchas otras misioneras, voluntarios y cooperantes laicos, y hermanas africanas ( Aurelia, Faustine, Francesca, Doris, Amparo, Sergio, Belén, Sidonie, …..). Otra santanderina, Ana Gutiérrez, también médico y misionera de nuestro Instituto, está ahora allí. Es una maravillosa cadena de solidaridad humana, en la que cada uno/a aporta lo que es, lo mejor de sí mismo para dar y transmitir el amor de Dios y dar dignidad a cada persona y a toda persona que viene hacia nosotras o que encontramos en nuestro salir hacia los más alejados.
Desde esta búsqueda de un “más”, hemos lanzado los Cuidados Paliativos en la zona francófona del país: dando cursos, organizando sesiones, facilitando el acceso a las medicinas, editando una guía, etc. También editamos un libro e intentamos crear una nueva sensibilidad sobre la Humanización de la salud. Y este año quisiéramos poder hacer reflexionar sobre la violencia las mujeres y niños/as.
Gracias a las múltiples ayudas que recibimos de la propia Congregación, de diversos organismos ( Proacis, Recover, Paliativos sin Fronteras, Fidesco.…) Parroquias- como la de San Roque-, de personas concretas ( familiares, amigos, conocidos....) y de la colaboración con otras Congregaciones, esta preciosa misión, que es un lugar de esperanza para muchos cameruneses, sigue adelante.
Rosi junto con Ana están desarrollando una importante labor sanitaria en Bikop, siempre las tenemos presentes en nuestras oraciones y con la ayuda económica que todos aportamos a través del Domund.