Fiel al modelo del Maestro, es vital que hoy la Iglesia salga a anunciar el Evangelio a todos, en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras, sin asco y sin miedo. La alegría del Evangelio es para todo el pueblo, no puede excluir a nadie. Así se lo anuncia el ángel a los pastores de Belén:
«No temáis, porque os traigo una Buena Noticia, una gran alegría para todo el pueblo» (Lc2,10)
(Francisco,La alegría del Evangelio,Nº 23)DELEGACION DE MISIONES DE SANTANDER
NAVIDAD 2013 Y AÑO NUEVO 2014