"Las personas consagradas son signo de Dios en los diversos ambientes de vida, son levadura para el crecimiento de una sociedad más justa y fraterna, son profecía del compartir con los pequeños y los pobres. La vida consagrada, así entendida y vivida, se presenta a nosotros como realmente es: un don de Dios, un don de Dios a la Iglesia, un don de Dios a su pueblo. Cada persona consagrada es un don para el pueblo de Dios en camino”. (Papa Francisco)
Con el lema: “Vida Consagrada en la Iglesia Hoy: Evangelio, Profecía y Esperanza”, la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica – CIVCSVA ha convocado el Año dedicado a la Vida Consagrada. La apertura de este tiempo especial se dará inicio el 30 de noviembre con la celebración Eucarística en la Basílica de San Pedro y concluirá el 2 de febrero del 2016 con la Jornada mundial de la Vida Consagrada. El evento, se realizará en el contexto de los 50 años del Concilio Vaticano II y, en particular de los 50 años de la publicación del decreto conciliar “Perfectae caritatis” sobre la renovación de la vida consagrada.
El logo presentado por el dicasterio, expresa a través de los símbolos, los valores fundamentales de la vida consagrada. En ella se reconoce la obra incesante del Espíritu Santo, que a lo largo de los siglos difunde las riquezas de la práctica de los consejos evangélicos a través de múltiples carismas, y que también por esta vía hace presente de modo perenne en la Iglesia y en el mundo, en el tiempo y en el espacio, el misterio de Cristo.